Cuando se analiza la política económica de nuestro país, los índices de crecimiento, tasas de desempleo y el Producto Interno Bruto obtenido durante los últimos años, vale la pena estudiar las cifras y pensar en invertir en países extranjeros y, por qué no decirlo, en los más grandes y desarrollados.
Pero cuando nos preguntamos dónde invertir, Asia se nos vuelve un continente intimidantemente grande y con una economía muy superior a la nuestra, más aún si pensamos específicamente en China. Pero la realidad ha demostrado que muchos empresarios y no sólo nos referimos a los que pertenecen a los grandes grupos económicos sino que también al pequeño empresario, se han atrevido a hacer negocios con el país asiático obteniendo excelentes resultados.
Pero para dar el primer paso tenemos que pensar por qué invertir en China. Las respuestas pueden ser variadas y extensas: porque China se encuentra en una posición privilegiada en relación a los demás países asiáticos; se ha transformado en el líder de su región, convirtiéndose en la segunda economía a nivel mundial; es el país con mayor cantidad de habitantes (más de 1.300 millones); y el que ha tenido el mayor crecimiento económico en los últimos 25 años, con un promedio anual del 9.5%.
Por otra parte, China presenta notables condiciones para las inversiones. Efectivamente, la abundancia de empleo, el bajo costo de la tierra, la potencialidad de su mercado, su legislación para la inversión extranjera y su apertura comercial, han transformado a China no sólo en la fábrica del mundo, sino que también en el centro de estudios y de negocios de las grandes empresas internacionales.
Otro aspecto destacable es que China se está preparando fuertemente para convertirse en el centro del transporte marítimo mundial, aumentando diariamente la capacidad de carga y descarga de sus puertos. De hecho entre éstos destacan el puerto de Shanghai y el de Shenzhen, que actualmente ocupan el tercer y cuarto lugar a nivel mundial, respectivamente, proyectándose para tres años más que el puerto de Shenzhen será el más importante del mundo, desplazando así del primer lugar al puerto de Hong Kong.
No debemos sentirnos temerosos al mirar al gigante asiático como una posibilidad real de importación y exportación de productos. La clave está en asesorarse con todos aquellos que han vivido la experiencia de negociar con China y creer que el embarcarse en este tipo de mercados puede ser la puerta de entrada al éxito, los buenos dividendos y a una interesante plataforma de negocios.
China ha demostrado ser un país responsable, seguro, confiable y amigable.
En Mexiconexión estamos listos para apoyarte en tu idea de hacer negocios.